LIBRE
MONÓLOGO
Todas las historias en Lima empiezan o terminan en una tarde de agosto que se muere en la garúa, el problema es que yo odio las tardes, más aun las de agosto y peor si garúa, las odio casi tanto como al último chico que me dejó, clásico rebelde del tipo rocanrolero, casaca de cuero, guitarra y jeans rotos… “puta flaquita, no eres tu soy yo” me dijo el idiota antes de irse, no entiendo porque mienten cuando te dejan, es tan fácil decir: “no te quiero, no te quise y no te querré”… aunque pensándolo bien, la excusa esta mejor, lo otro suena a canción, si él lo hubiese dicho, me habría dicho “eso suena a canción, lo he escuchado antes”, entonces habría agarrado su guitarra y empezado a tocar siempre hacia eso, a mí me desesperaba, luego no se acordaba ni para qué empezó la frase y ni siquiera se percataba de que yo estaba allí, en realidad creo que nunca se dio cuenta y cuando realmente lo hizo decidió cortarme, allí fue que me dije “Basta, eso es todo, no más”, me cosí unas alas y a volar, a ser libre; pero no duraron mucho, se me rompieron al llegar a Madrid, creo que mi mochila pesaba mucho.
Madrid no es muy distinta a Lima, básicamente todas las ciudades del mundo son lo mismo, un café, un par de bares, tres teatros, cuatro iglesias, y mil quinientos corazones rotos; de estos mil siempre son de mujer, los corazones de mujer son distintos a los corazones de hombre, estos son pequeños y opacos y por lo general se parten en dos mitades exactas que son fáciles de volver a juntar, los corazones de mujer son más grandes y brillosos, son de un rosado suave y cuando se parten explotan en mil pedazos… eso es otra canción, hijo de puta, tú y tu guitarra, te tenía en mi mochila, por eso caí en Madrid, esta ciudad y toda España y en general Europa tienen un fuerte olor a mochilero parecido al olor de Barranco… yo lo sé porque yo vivía en Barranco en casa de mis padres…
¿Por qué dicen que los hijos se parecen a sus padres? Esa es una carga que yo no quiero, ¿Por qué tendría yo que ser como ellos? Como mi madre por ejemplo, ella es de las que todo el mundo dice que es la madre perfecta, la que juega con todos los niños, la que decora el cuarto de sus hijos, la que es presidenta de los padres de familia en el colegio, la mamá que además de todo es bonita, juvenil y buena onda, de las que se hacen amiga de tus amigos, más bien de las que se roba a tus amigos, ese es un proceso lento y bien planificado, al principio solo los saluda, luego se aprende sus nombres, después conversa con ellos un par de minutos al teléfono antes de pasártelos, cuando te das cuentas tus amigos la llaman por su nombre y prefieren contarle a ella sus problemas que a ti y así como así te quedaste sin amigos, lo mismo pasa con tu espacio, tu manera de hablar, ni siquiera puedes revelarte contra ella porque ella te da la razón en todo y te apoya en tu causa, con una madre así es inútil cumplir 16 y luego está mi padre, ejecutivo de gustos refinados, adicto al trabajo y a la música clásica, callado, serio, ausente, fumador de pipa y bebedor de Irish Coffee, viéndolo bien, es la caricatura limeña de un ejecutivo gringo con gustos afrancesados, para ser 100% honesta siempre sospeché que eso era un personaje creado durante años con mucho esfuerzo… “para dar el ejemplo” como si lo necesitara, ¡salgan de mi mochila de una vez, no me interesa tenerlos allí, salgan de una maldita vez…! se los he pedido mil veces, pero no quieren salir, no entienden que pesan mucho y que no puedo volar con tanta carga.
Desde que llegué a Europa me tengo que mover a pie, gracias a Dios la distancia entre cafés, teatros e iglesias es corta, ya he estado en los dos cafés y en una iglesia, de los cafés no hay mucho que decir, son todo lo que uno esperaría de un café en Europa, ni más ni menos, no hay sorpresas, la iglesia en cambio no era lo que esperaba, el sentimiento de culpa es más fuerte aquí, no es que haya más de que sentirse culpable, es sólo que se siente más fuerte, yo personalmente prefiero una culpa como la de María Magdalena que una como la de Judas, por eso prefiero las iglesias de Miraflores, muchas Magdalenas y pocos Judas, excepto claro en la de mi colegio, (saca la blusa de la mochila y se cambia) la culpa allí es más bien del tipo Iscariote, las monjas se encargaban de eso; las monjas católicas son frecuentemente confundidas con mujeres piadosas, pero ese es un error desde la raíz, las monjas no son mujeres, las mujeres tenemos todas un ritmo cardiaco característico, es como un la la la la la la (arrullo de bebé) y las monjas no, ellas simplemente no tienen corazón para poder tener más espacio en el pecho para la culpa por eso se lo golpean tanto, para sentir el ritmo cardiaco y repiten.. “por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa”, (in cresendo) se refieren a la falta de corazón, el tener culpa en vez de corazón trae consigo varias consecuencias, el rechazo al contacto físico por ejemplo a menos que sea con un sacerdote, claro, ellos también tienen la culpa en el pecho, entonces el contacto tiene visos de amor, de un amor culpable y todos los que alguna vez han amado saben que el amor tiene visos de culpa, así que la proporción es equivalentemente opuesta, por eso funciona, yo he visto de eso mucho en mi colegio, por eso lo sé.
Mi colegio era una mezcla de muchas cosas, un universo femenino que no tiene que ver con la imagen que se tiene sobre eso, es mas bien como la imagen que se tiene de un concurso de belleza, de set de grabación de una novela, para decirlo simple… Imaginan a un grupo de modelos de pasarela, otro tanto de actrices principiantes y un pequeño grupo de niñas tratando de interpretar “La casa de Doña Bernarda Alba”, eso era mi colegio, una creación colectiva de Lorca, en donde nadie escogió su papel y en donde la mayoría de actuaciones eran mediocres, pero esa es otra historia.
(Se saca el uniforme y queda desnuda, se sienta en posición fetal y las luces se apagan prendiendo solo una luz perpendicular directamente a ella)
De pequeña le tenía miedo a muchas cosas, insectos, a la oscuridad a los niños con retardo, a las alturas y a estar a solas, de todos, eses es el que aún me persigue, nacer, crecer, y multiplicarse y luego morir, ¿no es ese el plan? Allí nadie dijo “soledad” en ningún momento alguien dijo: “crecer y marchitarse, ¿Y de que mierda me sirve este cuerpo si estoy sola?, ¿Para qué tener pechos si están secos?, ¿Para qué tener el vientre vacío?
(Saca un oso de peluche de la mochila)
Una vez estuve con un chico tierno, que me abrazaba cada vez que tenia frío y me besaba las heridas, viví con él en una casita de muñecas cada vez que me quedaba dormida y pensé que ya no iba a estar sola... un día cuando estaba en la casita de muñecas, los pechos se me habían llenado de leche y el vientre me rebotaba, y corrí a contarle a mi chico tierno… pero él ya no quería abrazarme y mis heridas le daban asco, y mi cuerpo se seguía hinchando y seguía huyendo, desde lejos lo vi besar a una chica que no jugaba en casitas de muñecas, yo lloraba mucho y me golpeaba el vientre “¿Y dónde están tus sueños princesa? (lipsinc con un video que se proyecta en el escenario e incluso sobre ella, un chico con una chica que es la que le habla a ella con actitud burlona), ¿Por qué tus alas no vuelan? ¿Por qué no puedes ir a Berlín a dejar tu rosa en donde estuvo el muro?, ¿Por qué no caíste en nada?, ¿por qué sigues llorando?, ¿de qué huyes?”
(Mete el oso de nuevo en la mochila, se va vistiendo)
¿De qué huyes? Me he hecho esa pregunta mil veces y hasta un par más pero aún no me puedo responder, simplemente me paro y ando, pero sin respuesta alguna y sigo con mis alas rotas a cuestas por las calles de Madrid, en Madrid igual que en Lima, la soledad está en todas partes, es tan parecida una ciudad a la otra que si despertara un madrileño en Lima, saldría de su departamento a la oficina y vería el mismo café, la misma iglesia y el mismo teatro en el camino, chocaría con la misma gente y sentiría la misma soledad, sobre todo en una tarde de Agosto, ¿Mencioné que odio Agosto?, también odio los besos cortos, los abrazos débiles, los lugares con demasiada gente, hombres que aparentan más edad de la que tienen y las noches, odio las noches, no soporto la oscuridad del cielo, ni la idea de que en algún lugar alguien esta viendo el mismo cielo y disfrutando de la luna o de las estrellas y diciendo frases cursis, a mi nadie me dijo frases cursis en las noches limeñas, quizás no las merecía o talvez no las quise escuchar, ya empecé a divagar, siempre me pasa no puedo hablar de un solo tema, podría hablar de mi infancia y al segundo siguiente sobre la vida y la muerte y el hambre en África, ¿ven?... ya me fui del tema ah sí, la soledad no está en Lima, ni en Madrid, y tampoco estará en Berlín, la soledad no es ningún lugar, está donde estés, no hay salida tienes que cargar con ella, aunque te pese en la mochila, aunque tengas que agitar las alas un poco más fuerte, al final siempre puedes llegar a Berlín antes de morir, encontrar a David Bowie debajo de un ángel en plena lluvia (ríe) esa idea la saqué de un libro hace tiempo, hay momentos en que necesitas un tatuaje y un libro en donde los personajes sufran más que tú, sólo entonces puedes poner un pie fuera de la cama, antes de eso la angustia es demasiada para soportarla, además es justo en esos días en que el mundo esta en tu contra, y todas las canciones están hechas para hacerte sentir peor o a lo mucho cuentan tal cual tu historia, además las noches se vuelven bastante más largas que los días que ya son de por sí insoportables, tan insoportables como las taladrantes ganas de tener un arma cargada, o una navaja y no tener las agallas para usarlas o como la frustración de haber tenido las pastillas en la boca y no haberlas tragado, la gente que jamás tuvo que intentarlo cree que los suicidas son cobardes, sí claro, como si fuera tan fácil dispararte una bala en la sien, cada segundo con el dedo en el gatillo se siente como un año y quieres disparar pero no puedes, quieres que sea rápido, pero no tienes la fuerza para apretar el puto gatillo, y la frustración se hace más y más grande con cada intento y te odias cada vez más, pero no puedes hacerte daño, quien diga que los suicidas son cobardes no tienen ni puta idea de lo que dicen, querer matarte y no poder es peor que la misma muerta, es como vivir torturada o constantemente amenazada de muerte y no puedes escapar porque el asesino eres tu misma y no sabes en que momento te atreverás a tragarte las pastillas o será otra falsa alarma y justo cuando ruegas por alguien que te mate aparecerá un chico nuevo, siempre es el mismo tipo, sensible, atento, comprensivo y con ganas de escucharte con la única intención de ser tu amigo y tu salvador, siempre lleno de frases de libros de autoayuda y con cara de niño bueno, pero basta que confíes en él un poco y le abras tu mundo para que saque ventaja y ZAZ! Cuando te das cuenta tu amigo que sólo te quería escuchar y ayudarte se ha convertido en tu nuevo novio, al principio como siempre, tienes miedo, pero él te da confianza y te dejas llevar de nuevo y estás en su sala, y poco a poco te despegas del piso y estas en su sofá, y le empiezas a creer lo que te diga y estás en el corredor y le das todo tu tiempo y estás es su cuarto y olvidas a tus amigos y estás de pie y ya no te importan tanto tus miedos y te sientas y lo amas y estás en su cama, después se para y te deja sola y esperas que regrese pero los que regresan son tus miedos, ¿Me amará como yo a él?, te preguntas, tratas de calmarte, los segundos son horas otra vez, sólo está en el baño te dices para tranquilizarte, no estás sola y la angustia de nuevo y las emociones vuelven a ser balazos, y él vuelve y no dice nada, se echa, te da la espalda y se duerme, tú claro, no dices nada tampoco, pero cuando él duerme tú lloras y el arma vuelve a tu mano y los minutos pasan lento, y otra vez el sabor de las pastillas en la boca, contrólate… esto siempre pasa, es normal, y otra vez el sudor frío en las manos, mejor irse…
(Toma un collar de la mesa de noche, se pone unos aretes y el gancho se lo va a poner pero mejor lo deja, sale del espacio y se sienta en primer plano, de la mochila saca un teléfono de los antiguos y cada vez se desespera más)
¿Por qué no llama? (cada vez más tensa, revisa las conexiones del teléfono, el teléfono suena y no es para ella)
Alo!!!, no, no está
¿Por qué no llamas? ¿No soy buena para ti? ¿Por qué no llamas? ¿Por qué no llaman los chicos del barrio?
Cuando tenía 12 andaba con otros chicos que también tenían 12, el mundo era tan grande como hasta donde las bicicletas nos dejaban ir, y esas 5 o 6 manzanas eran nuestro mundo, nuestra tienda, nuestro parque, nuestro mundo, la casa de todos eran una extensión de la casa propia, éramos una familia, los papás de esos chicos eran tíos y tías para todos, la vida era más relajada entonces; conocía los códigos, tenía mi lugar, la tierna del grupo, estaba el payaso, la madura, el sabio, la popular, la niña pobre, el lorna, yo era la tierna y todo estaba bien, el teléfono sonaba cuando tenía que sonar, pero un día me sacaron de allí, dijeron que era culpa del gobierno, que no había plata, me dijeron que el otro sitio me iba a gustar, que no estaba tan lejos; a los 12, lejos es un concepto distinto al concepto que se tiene de “lejos” a los 40, lejos es a donde no puedes ir en bicicleta, lejos es cualquier lugar lejos del barrio, y allí me llevaron, no conocía a nadie, no había tienda ni parque ni tíos ni tías, mis códigos no servían, cuando dejé el barrio los otros chicos me despidieron, llorando y firmaron todos mi “slam”, me dijeron que llamarían siempre, “siempre” a los 12 significa 3 meses, después de eso el teléfono se quedo callado y yo al lado de él.
¿Por qué no llamas?!!! No seas como mi padre, él se largaba de viaje y prometía llamar por mi cumpleaños y mientras el mago sacaba conejos del sombrero yo esperaba que el maldito teléfono suene, mis primos se reían hasta retorcerse con los payasos en el jardín y yo en el cuarto esperando la llamada rodeada de regalos sin abrir, y llegó mi abuela para llevarme a la sala “hijita te están esperando para cantarte” – no quiero ir mamama mi papito va a llamar ahorita, puta madre!, salí, con el inalámbrico en la mano, me cantaron , soplé, regresé al cuarto, volví a salir a despedir a los compañeritos del colegio y a los primos, entregando sorpresitas con una mano y con el teléfono en la otra y no timbraba, regresé a mi cuarto, tiré los regalos y me senté en la cama a esperar que el puto teléfono de snoopy prendiera la nariz, horas esperando… al día siguiente, temprano, mi mamá hablaba por el teléfono, me emocioné, por fin llamó, levanté el teléfono “qué mierda eres, cómo te pudiste haber olvidado, te esperó todo el día no se despegó del teléfono y tu incapaz de llamar qué te cuesta Juan Pablo, es tu hija…” (en off) Colgué el teléfono despacio para que no se dieran cuenta, aún después de eso, seguí esperando sus llamadas cada vez que se iba, por mi santo, por mi graduación, pero igual que ese día el teléfono no sonaba, igual que ahora, llama mierda!!! ¿Qué excusa vas a usar? ¿Qué excusa usarían los de la entrevista si les pidiera una explicación? Esperé 3 horas para entrar a una oficina para que me entrevisten, la chica que me llamó me veía por sobre el hombro, adentro, un escritorio grande y un tipo sentado en un sillón de cuero “su currículum por favor” y lo leen con desinterés, levantan una ceja, te miran, te examinan, jamás sabes que gesto es bueno y cual malo, y las mil y un preguntas… ¿Cómo contestas? Quieres parecer amable o profesional o seria, pero no tan seria, también soy divertida, activa, pero seria, o sea profesional, soy una joven proactiva con ganas de crecer en esta gran empresa, no es eso muy fabricado, deja de verme las piernas, soy una joven talentosa y puedo trabajar bajo presión, ya, ya esta… ¿Mis intenciones salariales? Bueno… lo que sea, no, mejor súper alto para negociar, no eso es muy arrogante, mejor bajo, no, eso es poca autoestima, que diablos quieren que conteste, deja de verme el escote!!! El salario depende de ustedes no? Carajo! Respondí bien? Deja de mirarme así! “Bueno señorita tenemos su número, nos comunicaremos con usted” y pasan meses y nada y el maldito te almorzó con la mirada por nada y el problema no fueron tus respuestas, fue el largo de tu falda, porque la tipa que te hizo pasar la tenía mucho más corta y a ella si la llamaron verdad? Así que cual es tu excusa? Por qué no llamas, hay alguien más? Es eso? Por qué no llamas, o sólo querías tirar, es eso no? Una noche y fue? Por eso no llamas? Suena puta madre, suena, suena, suena, SUENA!
(más y más tensa, rompe la música y empieza una coreografía por ratos cadente y lenta pero con golpes violentos, muchos violines y saca de la mochila unas vendas y juega con ellas y empieza a vendarse, cae y se sienta)
BLACK OUT
Respira, sólo respira y despierta, respira, solo respira y ponte las alas otra vez; respira, sólo respira y Madrid ya no pesa tanto como Lima; respira, sólo respira, ve a buscar Berlín, siente que tu mochila ya no pesa tanto siente que lo que queda viajará contigo siempre y a todas partes; respira, sólo respira y perdónate, respira, sólo respira y sé feliz un poco, y poco a poco respira, sólo respira, la muerte aún está lejos; respira, sólo respira y vuela.
(Todo el texto anterior es en tinieblas.)
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(Iluminación completa estándar)
Y así llegué a Berlín, esa idea la saqué de un libro, si se los dije no? Es un libro triste que leo cuando me deprimo es bueno, muy bueno, pero triste, es sobre un chico al que le rompen el corazón, como a mí y quiere ir a Berlín y encontrarse con Bowie y Lou Reed, pero cuando finalmente lo logra ya esta muerto, por eso quiero dejar una rosa en el muro, por él, es un libro triste (saca el libro de la mochila) Más liviana…
BLACK OUT
Aparece ella con las alas puestas en tres cuartos con iluminación directa
BLACK OUT
Tubo de luz sobre una rosa blanca que es lo único en el escenario
FIN
Etiquetas: teatro monologo actriz